Un sendero de piedras...

 El toldo del balcón de la casa de Guadalupe fue necesario repararlo....

Desteñido con desafilados,desnutridos y secos flecos en sus bordes.¡Pobrecitos!...La intemperie, los veranos teñidos de sol y,el viento como un guardián,decididamente rompieron ,rajaron su corteza.En especial donde se enrolla un grueso caño de sostén o esqueleto.

Ella decidió la colocación de un toldar nuevo.
Lo insólito fue una aparición impensada. 
Se trataba de unas dos voces mientras tanto Guadalupe en el escritorio analizaba los costos del mismo.Cómo podía porque los números poco le agradaban. 
Dos voces internas e intrusas  la interpelaron .

La voz número uno(  la razón) dijo a Guadalupe...

-Son quince pisos....

La voz número dos (del inconsciente) confirmó ...
.
-No tengas miedo por algún accidente,el de tu padre fue distinto....

 Arremetió la voz uno...

-Guadalupe esta empresa tiene trayectoria,se trata de una empresa familiar ,de experiencia zonal.

La voz número dos trajo a su memoria un incidente.

Su papá,solía recolectar los limones en su quinta de Chacabuco , para la manufactura del Limoncello casero y el clásico budín de limón...Todo muy hogareño .Los limones formaban parte del escenario culinario de la cocina.Nunca faltaban en la bandeja de frutas junto a las naranjas y manzanas.
De imprevisto Franco cayó al suelo,un colchón de césped y la suerte pudieron amortiguar su caída. Una rama alta,de las añosas había cedido del fiel limonero, quebrando una de sus piernas .Franco salvó su vida,ni siquiera perdió el conocimiento.

Guadalupe era pequeña y tan frágil con miles de pecas en su nariz respingada  y su melena rubicunda...Con cestos de mimbre juntaban los limones,de un amarillo puro,piel granulada,sedosa y perfumada.Parecían una pintura.
Del mismo limonero salía un camino informal construido de piedras y caracoles que hacían una especie de senda,un camino de jardín, con una misión;según Guadalupe.
El placer en llegar a un espacio deseado, natural,silvestre, paisajista con un lago y el bote anclado. 

Una rueda antigua se apoyaba sobre un ombú,cuyo ramaje se bañaba en la orilla.En esa banqueta con un fuerte respaldo en madera de algarrobo podía mirar la laguna , el cielo y más allá.
Guadalupe acunó muchos sueños .Eran suyos.Podía volar con ellos.En ese asiento  presentía que un muro de ángeles la protegía cuando sentía miedo internos.
Ya adulta, acunó allí mismo lágrimas pero también quietud,calma,sosiego...
.
El sábado siguiente concluyó el trabajo en el balcón,disimulando Guadalupe todo el tiempo su indefinido estado anímico.Nada le costaba disimular,siempre con su temperamento introvertido.Cada tanto se mezclaban las dos voces internas. El supuesto dilema parecía ser entre los quince pisos de un edificio que daba a una avenida poblada en parte de cemento y por otro lado,la pericia de una firma seria

Al rato se puso a limpiar aquellos detalles sucios de la labor concretada. Los cuatro paneles lucían verdes,relucientes y, de paso embelleció el balcón con las suculentas en macetas de barro y, las dulces gramíneas o sea los cabellos de la tierra. Finalmente se acomodó un sillón mullido y pudo reflexionar en el oasis del atardecer celestial...

Había proyectado en las "dos voces" ,la voz muda de su padre. El toldo fue la excusa. Franco había fallecido en esos días, justamente cumpliendo el primer año de su deceso.
Lo extrañaba....Muchísimo.
En las meriendas ,en los mensajes,las charlas de política,en el brindis del limoncello en las fiestas,los cafés por avenida de Mayo y,también en la oportuna opinión del toldo...